Capítulo dieciséis.
ANTERIORMENTE.
- Mírame –––– susurra, mientras coge mi cara y la gira hacia la suya –––– ¿Se puede saber por qué estás tan nervioso?
Perrie clava sus ojos azules en los míos en busca de una respuesta que obviamente no le voy a dar. ¿Qué por qué estaba tan nervioso? Porque hoy, después de tantos meses sin saber absolutamente nada de ella, iba a volver a ver a Maggie.
Capítulo nuevo.
- ¡Maggie!
Sus gritos retumban por todo el cuarto. Parece realmente desesperado.
- Señor Styles, es usted muy impaciente –––– susurro desde el cuarto de baño.
- ¿Impaciente? Llegamos una hora tarde. ¿Quién llega una hora tarde a una fiesta?
- La gente más importante de la fiesta.
- ¿Eso crees?
Sonrío y miro mi reflejo en el espejo. Voy bastante atractiva. El vestido que me ha comprado Harry no es, para nada, mi estilo, pero no puedo negar que es muy bonito. Me llega por encima de las rodillas, y eso es aceptable.
Le doy un último repaso a mi pelo y ya estoy lista.
- Bueno, ya estoy preparada, nos podemos ir.
Harry comienza a examinarme nada más salir del baño. Me mira de arriba a abajo. Y yo lo observo buscando su aprobación, al fin y al cabo fue él quien eligió este vestuario.
- No puedes salir así.
Su comentario me provoca una leve confusión. ¿Realmente está hablando en serio?
- ¿Perdón? –––– sin darme cuenta alzo mis cejas, y le miro con bastante seriedad.
- Vas demasiado exuberante. Los tíos no te quitarán la vista de encima, y esta noche no quiero peleas.
- ¿Te pelearías con alguien si me mirara de forma inapropiada? –––– comento con un tono de voz burlón.
- ¿Acaso lo dudabas?
Sonrío y voy hacia él. Agarro su corbata y hago que su rostro se acerque al mío.
Harry sonríe, y pasa su lengua por sus labios. Dios, mío. Ya empieza a jugar sucio.
- Tengo dos cosas que decirte –––– susurro, mientras la pertubadora mirada de Harry me contempla.
- Soy todo oídos, señorita Maggie.
- Bueno... Realmente son tres –––– él asiente y yo prosigo –––– La primera es que tú escogiste este vestido, con lo cual no me lo voy a quitar. La segunda es que quiero que tengas claro que los tíos me van a mirar –––– sonrío y me muerdo la comisura inferior –––– Al igual que las tías te van a mirar a ti.
- Las chicas no se fijan en chicos como yo.
- No se haga el humilde, señor Styles, no le pega nada.
- ¿Y la tercera?
Voy hacia su oído, y noto como todo su cuerpo tiembla.
- Que tengo unas ganas terribles de quitarle esa ropa.
- Señorita Maggie es usted una obsesa sexual.
- Todavía no lo sabe usted bien, señor Styles.
Narrado por Zayn.
Miro por todas partes en busca de un rostro familiar. Hay muchísima gente, y esto se está empezando a desmadrar.
- Zayn, te noto preocupado.
- ¿A mí? –––– contesto, y le sonrío.
- ¿A quién sino?
Niego con la cabeza, y acerco su esbelto cuerpo al mío.
- Estás preciosa, Perrie.
Ella sonríe en forma de gratitud y se acerca a mis labios.
- Tú si que estás precioso –––– susurra antes de darme uno de sus besos.
Sus comisuras dulces se acercan a las mías, las rozan, las saborean, las muerden. La pasión se levanta con un simple beso.
Su lengua se adentra en mi boca, tan juguetona como siempre.
Con mis manos sujeto su cara, y la presiono hacia mí. Ella posa las suyas en mi cuello, y al paso del tiempo sobre mi pelo. Alborotándolo, tirando de él...
Narrado por Maggie.
- Ya hemos llegado, señor nuestraprimeravezquieroqueseaespecial.
- Prometo que nunca había conocido a una chica tan poco sensible, Maggie.
- ¿Es eso un halago?
- Depende de cómo te lo vayas a tomar.
Suspiro. No entiendo por qué no lo hemos echo en su apartamento. No había nadie, la fiesta ya había empezado, por tardar cuarenta minutos más nadie nos iba a matar.
- ¿Entramos?
Asiento.
La música está muy bien. Está pinchando un DJ bastante bueno. Intento verle la cara, pero entre tanto humo y tanta oscuridad me resulta casi imposible.
El ambiente está descontrolado, y eso me gusta. Es mucho más divertido así.
- ¿Vamos a por una copa?
- Si, por favor.
Damos unos cuantos pasos, y a medida que nos vamos acercando a la barra Harry se encuentra más serio.
Agarro con más fuerza su mano.
- Dime qué te pasa, y por qué tienes esa cara. Estamos en la fiesta, ¿no es lo que tú querías?
- No, Maggie, no es eso.
Pide las dos copas y vuelve su mirada hacia mí.
- ¿Y por qué es entonces?
- Por...
- ¡Maggie!
Giro mi rostro.
- ¿Mikel?
- Hace mucho que no nos vemos.
- Cierto –––– sonrío de oreja a oreja –––– Bueno, ya si eso te llamo un día de estos...
- Esperaré la llamada ansioso. Tenemos muchas cosas pendientes.
Nada más oír semejante comentario observo a Harry.
Suspira, se muerde el labio y le pega un trago a su copa.
- Así que tenéis muchas cosas pendientes. Perfecto.
- Harry...
- No, Maggie. Esta noche quiero divertirme, y no haces nada más que provocarme inseguridades, celos entre otras mierdas.
- Estás siendo muy exagerado.
- ¿En serio? ¿Qué pasaría si fuera al revés si una tía me dijera 'tenemos muchas cosas pendientes'? Dime, qué pasaría.
- No lo sé.
- No lo sabes... Genial.
Se toma hasta la última gota de licor que hay en su copa, y luego se dirige a la pista.
- ¿Harry? –––– susurro, y no sé si realmente ha pasado de mí, o sino me ha escuchado.
Nada más llegar a la pista, tres chicas le echan el ojo. Y empiezo a sentir algo que nunca pensé que volvería a sentir por alguien. Celos.
La rubia número uno se le acerca provocativa, tiene un escote de infarto, y eso no me gusta nada. La rubia número dos, al ver que la primera se le ha adelantado se acerca también, comienza a bailar exponiendo su inmenso trasero. Y por último la rubia número tres se hace paso entre la multitud para ir tras él también.
Mis ojos no pueden creer lo que está pasando.
Él les sigue el rollo, baila con ellas, incluso tontea.
"Maggie, vete" "Maggie, no dejes que te hagan daño. No otra vez" "Maggie, líate con otro" "Maggie, demuestra que tú también puedes hacerlo" "Maggie..."
Sin saber muy bien lo que estoy haciendo me acerco a la pista. Miro con odio a las chicas que están a su alrededor y me aproximo a él. Harry me mira expectante, no sabe qué hacer, qué decirme. Sin duda no se esperaba esta reacción.
- Maggie...
No hablo, solo bailo y las aparto de mi chico. Porque sí, es mío. Y quiero que tanto estas rubias, como otras muchas chicas lo tengan claro.
- Maggie...
Cojo sus manos y las poso sobre mi cintura. Yo pongo mis manos sobre su cuello, y bailo.
- Maggie... –––– susurra por tercera vez.
- Sh... –––– pongo uno de mis dedos sobre sus labios –––– Bailemos.
Muevo mis caderas de un lado hacia otro. Me pongo de espaldas a él y vuelvo a mover mis caderas. Poso sus manos sobre mis oblicuos y bailo.
Él también baila con suma sensualidad.
De pronto siento su cara sobre mi hombro, y sonrío victoriosa. Me doy la vuelta y bailo para él. Harry me mira como si me comiera con la mirada y eso me gusta, me encanta.
Sus comisuras se aproximan a mi cuello. Y cual vampiro muerde con suma delicadeza mi cuello. Yo sucumbo a sus encantos y me dejo llevar. Me encuentro en la misma gloria.
De fondo se escucha Greyhound de Swedish House Mafia.
Siento otro de sus besos sobre mi cuello, y me pierdo. Hasta encontrarme con su boca, la beso, muerdo la comisura inferior de sus labios y luego me humedezco los míos. Me besa con más fuerza, un beso desenfrenado, sin control alguno. Su lengua se adentra en mi boca, y juega con la mía.
Le beso, me besa, bailamos, y nos perdemos con la música.
- Ha estado bien –––– susurra Harry y me besa en los labios. Después le pega un sorbo a la copa que acaba de pedirse.
Yo estoy confusa. No sé que me ha pasado. No sé por qué demonios he reaccionado así.
- No sé por qué lo he echo. Es decir, estaba a punto de irme, y de pronto he ido... Como si...
- ¿Como si qué Maggie?
- Como si me estuvieran a punto de quitarme algo importante, algo que no podía perder.
- ¿Y qué quieres decir con eso?
- Harry... Necesito irme a mi casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario