lunes, 8 de julio de 2013

Capítulo ocho.





Capítulo ocho.
ANTERIORMENTE.
- Señorita Maggie... Tenemos que hablar.

Oh, no.


Capítulo nuevo.
Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo.
Lleno mis pulmones de oxígeno y expulso todas las impurezas de mi cuerpo en un último suspiro.
Mis piernas se convierten en gelatina y tiemblan debido a mis nervios. Mi corazón va a mil por hora, casi puedo escuchar los latidos procedentes de él.
Oh, por Dios, compórtate Maggie. No es más que un chico guapo.

Resoplo.
Sé fuerte, hazte la dura, que no note lo nerviosa que estás. Por el amor de Dios que no lo note.

- ¿Qué haces aquí, Styles? –––– murmuro con aires de indiferencia, y poco a poco me doy la vuelta. Sus ojos penetran dulcemente en los míos.

Oh, madre, mía. Está sumamente sexy. Lleva unos pantalones vaqueros que le caen suavemente por la cintura, haciendo que la parte superior de sus boxers negros se muestren a la luz, y sus sensuales oblicuos también. Y una sudadera gris con grandes letras en negro... ¿Oxford? ¿Orlando? ¿qué coño pone? Da igual, Maggie mírale a la cara. Intimídale, o por lo menos inténtalo.

- ¿Se te ha quedado algo? –––– susurro.

No habla, solo me mira. Y sonríe. Repentinamente observo su sonrisa, esos labios... Santo cielo, tengo que evitar mirar ahí por cualquier medio.

Pasa el tiempo y sigue sin contestar.
¡Contéstame, Harry! ¿Por qué te has quedado sin habla?

- Harry, ¿puedo ayudarte en algo?
- Sí –––– contesta el monosílabo con la voz más erótica que he escuchado en mi vida. Esa voz ronca puede conmigo. De verdad. –––– Necesito saber qué paso anoche, que hice mal.

Me muerdo el labio inferior. Pensando en cómo jugar con este semental, y en lo divertido que tendría que ser que se arrastrara por mí en busca de un beso, o de algo más. Pero cuando sus intensos ojos verdes me miran con esa mirada tan humilde y sincera, y veo como el pelo le cae por encima de la frente de esa manera tan sensual, las ideas se desvanecen como el polvo en cuestión de milésimas de segundos. Es un cúmulo de sensaciones inaguantables.

¿Pero qué estoy diciendo? ¡Maggie, no caigas en su juego!

- ¿Mal? –––– repito la palabra con asombro –––– Absolutamente nada. Yo creo que fue una buena noche. ¿O acaso... –––– hago una breve pausa, conteniendo las ganas de reírme por lo que voy a decir –––– Pensabas que tú y yo...?

Oh, madre del amor hermoso Harry se está ruborizando.
Todavía no creo lo que ven mis ojos. Y por unos míseros segundos siento que todo esto ha valido la pena, solo por verlo de esta manera.

- Sí. Por un momento creí que íbamos a dar un paso más en esta relación, y de pronto subiste sola a tu casa. Pensé que fue por algo que hice mal.
- ¿Un paso más en esta relación? –––– digo realmente confusa. ¿A qué se refiere con esta relación? No hay relación, no hay nada.
- Sí, ya sabes a lo que me refiero, Maggie.
- No lo creo, soy bastante tonta, tendrás que explicármelo. Sobretodo ese concepto que tienes por "esta relación".

Me mira con deseo y noto como sus ojos se van oscureciendo.

- ¿Quieres que te lo explique? –––– se muerde el labio, y siento como mi estómago se encoge. Por favor, Styles, por tu bien, no vuelvas a hacer eso.

Asiento.

- Me encantaría explicártelo ahora mismo, pero tengo cosas que hacer. Así que, ¿qué tal si quedamos esta noche y lo hablamos?
- Tengo mucho trabajo pendiente y mañana tengo que madrugar. Lo siento.

Se rasca la nuca en busca de ideas. Está ansioso por quedar conmigo y eso, sinceramente, me encanta.

- Pues mañana entonces.
- No te prometo nada.
- Maggie... –––– su mano se entrelaza con la mía. Esto va a acabar mal, ya lo veremos. –––– No te hagas la dura... Por favor, conmigo no.

Su tono es tan sumamente sincero que hace que me estremezca.

- Yo...
- Solo quiero conocerte. Ya te lo he dicho.

Dudo.
Maggie, no cedas, no cedas...

- Está bien. Me iré, no pasa nada.

Su mano se separa de la mía, y da un par de pasos. Mierda, mierda, mierda. Maggie, no lo hagas, no, no, no.

- ¡Espera! –––– murmuro –––– Mañana a las ocho, aquí. Sé puntual por favor.

Ahora mismo me cago en mí misma, por dejarme llevar por los impulsos y no por la cabeza.

- Hasta mañana, Maggie.

Sonríe de oreja a oreja victorioso, ha conseguido lo que quería.

- Hasta mañana, Harry.


La tarde se me pasa lentamente entre archivos y carpetas. Quiero unas putas vacaciones, me las merezco después de haber estado trabajando tanto tiempo para los Trevelgan. Hablando de los señores Trevelgan, ¿de qué conocerán a Harry? ¿por qué coño estaba en la fiesta?
Dejo los papeles que tengo en las manos sobre la mesa y me dispongo a buscar en Google algún artículo que los relaciones. Pero nada.
¿Será esto parte de la trama entre Zayn y Harry? Bah, me da igual.
Lo apago, y me dejo caer sobre la cama. Es tarde, he terminado el trabajo y quiero dormir. Mañana será un día largo.



Narrado por Harry.
Curioseo por Internet sitios buenos de por aquí cerca para ir a cenar con Maggie mañana. Por ahora ninguno ha despertado mi interés.

- ¿Qué haces, Harry? Mañana tenemos que madrugar, ¿se puede saber qué coño buscas a estas horas de la noche?

Es la inconfundible voz de Zayn.

- Estaba buscando un buen restaurante, pero ya está.
- El Madame Currie es bastante bueno.
- Lo sé, las pizzas están de muerte.
- ¿Todavía estás con lo de Maggie?

No sé por qué pero la pregunta me molesta.

- Sí.
- ¿No te estará gustando?

Ignoro su pregunta.

- Harry...
- Solo era un juego, ¿no? Quiero hacerlo bien, eso es todo. Me voy a la cama.
- Maggie es increíble, normal que te guste –––– suelta de imprevisto.

Giro mi cabeza y lo miro intentando saber en qué piensa.

- Después de aquella noche, ya sabes... Cuando fuimos juntos a aquel bar y tú conseguiste llevártela. ¿Qué pasó? –––– pregunto con interés.
- Nada del otro mundo, tuvimos encuentros un par de veces y ya está. Creo que ya te lo he contado.
- Ella... ¿Se enamoró de ti?

Zayn alza una ceja confuso.

- No lo sé. Puede. Es lo que tiene ser tan irresistible.
- En serio, Malik.

Suspira, y aparta su mirada de la mía.

- Creo que fui un poco cruel, y realmente me arrepiento. Ella quería algo más, yo obviamente no. Solo quería divertirme, y de verdad pensaba que ella también estaba interesada en únicamente divertirse. Después encontré a Perrie y Maggie se enfadó. Mucho. No entendía por qué con ella no quería mantener una relación y con Perrie sí. Pero es que... Yo no elegí sentir esto por Perrie, pasó porque tenía que pasar. Y me alegro en parte, de que hubiera pasado, sino nunca la hubiese conocido.
- Lo entiendo.
- Pero ahora... Es toda tuya. Bueno, o eso apostamos.

No contesto. No sé que contestar.

- ¿Qué pasará después del plazo acordado, Harry?

Sigo sin contestar.

- ¿Qué pasará si te encaprichas de una chica que ya no tiene sentimientos por nada ni por nadie?

Zayn, para, por favor, para.

- ¿No has pensado en qué pasaría si fueras tú el que te enamoraras de ella, profunda y perdidamente?
- ¡Basta! ¡Para ya de preguntar estupideces!

Me levanto malhumorado de mi asiento, y voy a mi habitación con paso firme. Cierro la puerta de un portazo y me meto en la cama.
Maggie, no hagas que me enamore de ti. Ya he sufrido bastante, por el amor de Dios, no lo hagas.



Narrado por Maggie.
- ¡Briggit, se ha rebosado el café! –––– doy un pequeño grito, mientras la cafetera sigue desprendiendo café.
- Buenos días a ti también, Maggie.

Está preciosa. No sé por qué se ha puesto tan guapa para ir a trabajar.

- ¿Ese traje no es mío? –––– pregunto sonriente. Limpiando la encimera.
- ¿Lo es? –––– pregunta haciéndose la sueca.

Le sirvo una taza de café.

- Te queda genial.
- Por eso te lo he quitado del armario, porque para que tú lo desperdicies ahí, me lo pongo yo.
- ¡Briggit!
- Ya sabes como soy, no debería sorprenderte –––– murmura con una sonrisa –––– Hoy vamos a tener un día movidito, ¿eh?
- ¿Vamos? ¿Acaso tú también te vienes a la cita con Harry?
- No... He quedado con Ethan –––– suelta y se termina la taza de café.

Resoplo, y le pego un sorbo a mi taza.

- Ya sabes lo que opino de él. Me hizo daño, como te lo haga a ti morirá.
- Es un buen chico, Maggie. Ha cambiado.
- Advertido queda.


La mañana se me pasa volando, entre papeles, reuniones y demás. Y por fin ya tengo un rato libre. Cojo mi móvil y veo un mensaje suyo, mandado hace unas horas.

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 09:37
"Buenos días. Espero que no te olvides de nuestro encantador encuentro de esta noche. Estoy ansioso por verte."

Maggie.
Mensaje de texto.
09/12/12 14:58
"Buenas tardes. ¿Qué concepto de tengo que trabajar no ha entendido? Algunos dependemos de esto para ganarnos la vida. Por supuesto que no lo he olvidado."

Su respuesta es instantánea.

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 14:59
"¿Es usted siempre así de seca y aburrida? ¿O es el trabajo el que le hace comportarse de esa manera tan sumamente arrogante?"

Maggie.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:01
"Sus cumplidos me abruman, señor Styles."

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:03
"Esta noche se asombrará de lo mucho que le llegaré a abrumar. Y no, no estoy hablando acerca de los comentarios."

Al instante me ruborizo. ¿Cómo ha sido capaz de ponerme eso?

Maggie.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:06
"Espero que esté bromeando, y por ello haré como que no he leído nada. Sea más romántico, y piense menos con su parte inferior. Gracias."

Toma esa, Styles.

- ¡Señorita Maggie, la necesito ya en la sala de reuniones de la planta tres!
- Si, señor –––– respondo.

Guardo mi móvil en el bolsillo de la parte de atrás del pantalón. Y me levanto rápidamente.
En un santiamén estoy en la sala, tres hombres y dos mujeres nos acompañan al señor Jake, hijo de los señores Trevelgan, y a mí.
Me siento con una sonrisa, intentando no mostrar lo cansada que estoy y empezamos la horrible charla sobre fianzas. Números para arriba, números para abajo. Empresas que quebrarán, empresas que saldrán de la crisis. Que aburrimiento.
De pronto mi móvil empieza a vibrar en mi bolsillo. Dios, se me ha olvidado apagarlo.
Lo cojo con sumo cuidado, y sin que ellos me vean leo el mensaje.

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:16
"Sino recuerdo mal era usted la que odiaba el romanticismo. No siempre puedo pensar con la cabeza, sino qué sentido tendría ser hombre."

Reprimo una risa. No puedo reírme ahora.

Maggie.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:18
"Estoy reunida, no me molestes."

Intento integrarme de nuevo en la conversación. Expongo unas ideas bastante buenas y de nuevo, miro el móvil.

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:19
"Tengo que decirle a Jake que te dé urgentemente unas vacaciones, no haces más que trabajar."

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:20
"Todavía no sé a que restaurante llevarte. Pero sin duda será uno bueno, así que vete decente. Por favor."

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:21
"Podría comprarte un vestido..."

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:23
"Pensándolo bien dejaré que te vistas como quieras, tus vestidos son siempre bastante... Encantadores."

Harry.
Mensaje de texto.
09/12/12 15:26
"No. Arrebatadores. Esa es la palabra. PD: ¿Sigues todavía reunida?"

Un peculiar rubor se desprende por mis mejillas y las seis personas que se encuentran en la habitación posan su mirada en mí.

- ¿Estás bien?
- Sí, si. Estoy algo acalorada.
- ¿En invierno?
- Debo de estar incubando algo. Pero no se preocupe, prosiga.

Me siguen llegando mensajes, pero no pienso abrirlos. Ahora no. Harry... Maldito Harry, lo voy a matar.

Una hora después ya estoy en mi despacho.
Enciendo el ordenador, y abro la página de la empresa. Como siempre.
De pronto el teléfono suena. Resoplo y al instante contesto.

- Maggie Stewart al habla, ¿qué desea?
- A ti.


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario