lunes, 8 de julio de 2013

Capítulo once.






Capítulo once.
ANTERIORMENTE.
- ¿Harry? ¿Ha… –––– sus labios, solo veo sus labios y unas milésimas de segundos después todo se convierte en negro.


Capítulo nuevo.
Abro un ojo con lentitud, aunque sigo viendo todo oscuro.
Inhalo, exhalo y vuelvo a repetir esta acción un par de veces, hasta que me encuentro con fuerzas suficientes como para abrir mis dos ojos al completo.
Todo está demasiado borroso y vuelvo a cerrarlos.

Me duele la cabeza, y no siento las demás partes de mi cuerpo. Muevo con sumo cuidado los dedos de mis manos, pero paro de hacerlo al instante. Estoy helada y me duele completamente todo.

- ¿Maggie? –––– susurra una voz grave a mi lado.

Suspiro. Y parpadeo un par de veces. Es él, estoy segura de que es él.

- ¿Maggie, me escuchas? –––– murmura y siento como entrelaza mi mano con la suya.
- Ha... Harry –––– consigo decir con un hilo de voz –––– ¿Qué... Qué ha pasado?

Muevo mi cabeza hacia un lado, ¿por qué me siento tan mareada?
Intento abrir de nuevos mis ojos, y por fin consigo ver una imagen nítida y clara. Me alegro de que la primera cosa que vea sean sus ojos verdes observando los míos con detenimiento.
Sus rizos, oh Dios, sus rizos me encantan, le caen como muchas de las otras veces por la frente. Y de pronto sonríe. Su maldita sonrisa es preciosa. Pero lo que más me ha gustado de todo es que... Sigue aquí, conmigo.



Narrado por Harry.
Expongo una tímida sonrisa al ver como abre los ojos y sonríe. Está bien, por fin está bien. Resoplo, y vuelvo a sonreír. Estaba tan preocupado por ella, nunca antes me había pasado algo así.

Me coloco justo a su lado, y acaricio con ternura su rostro pálido y frío. Está congelada, y no para de temblar.
Sin pensarlo me quito la camisa y se la pongo por encima. Ahora soy yo el que tengo frío, pero eso no me importa, solo quiero que se recupere.
Al ver mi torso desnudo Maggie sonríe aún más. Y yo poco a poco me sonrojo.

- Solo te pido una cosa Maggie –––– murmuro serio, intentando no reírme –––– Sé que así estoy muy tentador, pero por favor no te vuelvas a desmayar.

Ella sonríe tímida, y me pega con suavidad, haciendo como si estuviera indignada por mi comentario.

- ¿Sigues teniendo frío?
- No –––– susurra.
- ¿Segura?
- Sí, segura. Estoy bien así.
- ¿Segura, segura? –––– repito.
- Sí, Harry. ¿Cuántas veces te lo voy a tener que repetir?
- Pues tantas como sean necesarias para que vuelvas a tener frío y pueda darte un abrazo.

Sonríe y se queda en silencio. Está tumbada en su cama, sin maquillaje, con un pijama de ositos, y los pelos alborotados y la sigo viendo increíblemente preciosa.
Por Dios, ¿qué me está pasando? ¿será que son las cinco de la mañana y que no he dormido nada? ¿o simplemente es el echo de que Maggie me tenga cautivado? Intento pensar que es la primera opción, pero mi subconsciente no para de repetir lo equivocado que estoy una y otra vez.

- Harry...
- Dime.
- Tengo frío –––– dice tímidamente.

Con una sonrisa de oreja a oreja me quito los zapatos, y me tumbo a su lado. Ella apoya cuidadosamente su cabeza en mi pecho, y yo una de mis manos sobre su espalda reclinándola contra mí. Me encanta tenerla tan cerca, me hace sentir... Mejor. No sé cómo explicar esta sensación que me abruma. Pero es reconfortante y tranquilizadora.

Su respiración entrecortada interrumpe mis pensamientos. Es como si estuviera recordando cosas dolorosas. Ojalá pudiera ayudarla.

- Hey, ¿qué pasa?
- Nada... –––– su mirada vaga por la habitación perdida.

Con delicadeza cojo su barbilla y hago que me mire. Dios, por favor Maggie, no me mires con esos ojos que no podré controlar mis impulsos.

- Es todo tan complicado, Harry –––– suelta y una lágrima recorre su mejilla sonrojada.
- Ya está, ahora duerme. Necesitas descansar –––– susurro e intento salir de su cama.
- No... Espera. Quédate aquí conmigo, por favor...

Sus ojos se clavan en los míos, no puedo decirle que no. A ella no.
Sonrío, y vuelvo a acurrucarla junto a mí. Le beso la frente con dulzura y a los pocos minutos ya está dormida. Es la criatura más adorable que he visto en mi vida.




Narrado por Maggie.
Inhalo el aire mañanero, y abro mis ojos con la sonrisa más bonita que he puesto jamás. Harry, que cosas más raras causas en mí.
Alzo mi vista y lo veo ahí, dormido. Parece un angelito. Quiero despertarle a besos, pero me temo que hoy no va a ser posible, ¿qué chica hace eso en una no-primera cita? Ninguna.

Me recuesto de nuevo en la almohada. ¿Qué clase de relación se supone que es esta? No somos nada y ya se queda en mi casa a dormir. Qué vueltas da la vida... Hace cinco días no era más que un chico al que quería engañar y ahora no quiero separarme de él ni un segundo. Porque sí, lo admito, me gusta.
Y sino fuera por el gesto tan jodidamente adorable que hizo de venir a mi casa, de quedarse aquí porque me encontraba tremendamente mal, estoy segura de que hubiese seguido con la apuesta hasta el final. 
Solo espero que esto no forme parte de su trato con el gilipollas de Zayn, porque sino lo mataré y yo moriré de la angustia.

Suspiro y vuelvo a mirarlo. Ojalá pudiera besarle. Y sin darme cuenta me estoy mordiendo el labio inferior.

- Buenos días –––– susurra. Y me pongo roja al instante –––– ¿Me has estado mirando mientras dormía? 

Su voz por las mañanas es tremendamente más sexy que en cualquier hora del día.

- No –––– susurro con una sonrisita –––– Bueno... Puede.
- ¿Cómo estás? ¿Estás mejor?

Harry se acerca a mí, sonriente. Luego, con una de sus manos, me acerca a él.

- Mucho mejor, gracias. No sé cómo podré recompensarte todo lo que hiciste por mí anoche.
- A mí se me ocurren un par de ideas...

Sonríe pícaro y humedece sus comisuras. Oh, Harry.
Sonrío y me aproximo a él. Mis labios se posan suavemente en los suyos. Me encantan sus carnosos labios, me encanta su lengua, me encantan sus besos, me encanta... Me encanta él joder.
Su lengua se introduce en mi boca, sabe exquisitamente bien. Y después de unos largos segundos le doy un último beso y sonrío.

Me aparto y él gime. Y vuelve a pegar mi cuerpo contra el suyo.

- Tengo que irme a trabajar o llegaré tarde.
- No vayas, porfi, porfi, porfi.
- Esta noche podríamos vernos de nuevo.
- No podré esperar tanto.
- Tengo que irme. Ya sabes el por qué trabajo. Tengo que pagar los medicamentos de mi padre, tengo que hacer sea como sea que se recupere.
- Yo podría ayudarte.
- No quiero que me ayudes. No todavía. Parecería una gorrona y no quiero que la gente piense eso de mí.
- Me da igual lo que piense la gente.
- Pero a mí no. Vamos, quiero hacerte el desayuno.



- Las mejores tortitas que he probado nunca –––– dice Harry con una sonrisa de oreja a oreja. Y se echa otro trozo de tortita a la boca.

Lo miro y sonrío. Está muy sexy, solo lleva el pantalón negro de gala que tenía anoche.

- Se me han quemado, ¿por qué coño te las estás comiendo? Deben estar asquerosas.
- Están buenísimas.

Y yo vuelvo a sonreír, mientras salgo de la cocina.
¡Maggie, para ya, por el amor de Dios!

- ¿Nos vemos esta noche? –––– le pregunto desde el pasillo.
- No te prometo nada.

Recorro el pasillo rápida y vuelvo a la cocina. Su risa retumba por todo el cuarto. Me apoyo sobre el marco de la puerta, y le miro intentando intimidarlo, alzando una de mis cejas.

- Sé que te mueres de ganas por cenar conmigo, Styles.
- Se sorprendería si supiera lo bien que comí solo ayer, señorita Maggie.
- ¿Por eso volviste aquí, suplicando para que bajara a verte?
- Touché.

Sonrío, cojo mi bolso y sigo mi camino por el pasillo.

- Adiós, Styles.
- ¡Espera, espera! –––– dice a gritos.

Abro la puerta con cuidado, y observo como corre hacia mí.

- ¿No vas a despedirte?
- Ya te he dicho adiós.
- Así no. Eso no es una despedida.

Sus manos rodean mi cintura. Humedezco mis labios y le beso con ternura en la mejilla.

- Si quieres más tendrás que esperarte hasta esta noche –––– murmuro –––– Ah, si, procura irte antes de las diez. Briggit me mataría si supiera que te has quedado aquí.

Cierro la puerta y bajo las escaleras contenta, feliz. ¿Hace cuánto no estaba así? Seguramente desde que Zayn me dejó. Pero ahora eso me da igual.
Entro en mi coche y conduzco veloz por las calles oscuras aún de Londres. Hace mucho frío, e irremediablemente mi cuerpo se destempla, y ya no solo por el aire invernal sino por los recuerdos aún yacentes.



- Estas dos semanas y media han sido las mejores de mi vida. De verdad. Gracias –––– susurro y le doy un beso. Inmediatamente sonrío.
- No hay que darlas, preciosa.
- Zayn, eres tan... Dios. Nunca había conocido a nadie como tú.

Él sonríe, pero sé perfectamente que le pasa algo. Lleva dos días muy distante, y no tengo ni la más remota idea del por qué.

- ¿Me vas a decir ya lo que pasa? Porque sinceramente me gustaría saberlo. Desde que vimos a tu amiga... ¿Cómo se llamaba?
- Perrie.
- Sí, a esa. No has echo otra cosa que estar en las nubes. Si hay algo entre tú y esa chica será mejor que me lo digas ahora, Zayn.
- No, te prometo que no Maggie. Hubo algo, pero hace mucho tiempo.
- No quiero que me hagas daño. Solo... No sé.

Vuelve a sonreír con ternura, se disculpa y se marcha un momento. Estoy más que segura que entre esa chica y Zayn hay algo más que amistad. Lo ví en sus ojos, como se miraban... Zayn nunca me ha mirado de esa manera.

- Maggie, tenemos que hablar.

Y ahí supe que todo había terminado para nosotros.



Me estremezco solo al pensar lo mal que lo pasé. Pero ahora nada de eso importa, es más, gracias a eso estoy ahora así, tan feliz, junto a Harry.
Sonrío y atravieso la curva de la avenida. El semáforo se pone en rojo y yo espero pacientemente. Pongo música y empiezo a tararear la letra de la canción que está sonando. Me gusta, es pegadiza.

"And let me kiss you..." –––– canto con emoción.

"Este ha sido un tema más, del increíble álbum de nuestros chicos. One Direction..." "Mañana por la mañana los tendremos aquí, en nuestra radio, no se lo pierdan" "No se arrepentirán" –––– subo el volumen de la radio al escuchar esto –––– "Les dejo un tema más... Rock me."

"Rock me, rock meeeeee, rock me" –––– susurro, y en ese momento me llega un mensaje.

No me lo puedo creer. Es... Él.


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario