Capítulo veintitrés.
ANTERIORMENTE.
- Adiós, Harry.
- Hasta nuestro próximo beso, señorita Stewart.
Capítulo nuevo.
Los días se me han echo realmente eternos. Parecía que la semana nunca iba a acabar, y para colmo Harry no ha parado de llamarme y mandarme mensajes.
Necesitaba tiempo, y aún lo necesito, pero no hace más que presionarme.
Suspiro.
- Solo dos horas más y serás libre, Stewart. Alegra esa cara –––– murmura Jake.
Está apoyado en el marco de la puerta, observando cada gesto, cada movimiento que doy.
Sonrío sarcásticamente ante su comentario.
- Mucho mejor –––– se ríe –––– Harry me ha dicho que te echa de menos.
Resoplo. Ya estamos de nuevo con el tema de Harry, ¿tengo cara de querer hablar de él? ¿De verdad Jake?
Es viernes, casi he terminado de trabajar y debería estar echando cohetes de la emoción. Pero por más que intento dejar de pensar en lo que pasó, siempre hay algo o alguien que me lo recuerda.
Jake es un gran ejemplo. Desde el Martes ha estado mucho más atento conmigo. Todas las mañanas me ha preguntado cómo estoy, aunque también ha echo preguntas irrelevantes e íntimas como por qué no contesto a las llamadas de Harry entre muchas otras más relacionadas con el mismo tema. Jake ha estado tan simpático conmigo que incluso se sirve sus propios cafés, ¡algo inimaginable!
Después de todo Harry me ha ayudado a que sea menos gilipollas.
- Jake...
- Lo sé, lo sé.
Alza sus manos en señal de disculpa y se marcha de mi despacho.
Vuelvo a resoplar.
Creo que es la primera vez en toda esta semana que tengo un rato para despejarme y pensar. Aunque sinceramente agradezco el echo de haber estado tan ocupada, sino hubiese sido por Jake y sus archivos probablemente hubiera caído en una profunda depresión, y estaría en mi casa entre helados de chocolate y películas romanticonas, en un vano intento de consolarme.
Me muerdo el labio distraída, no sé que hacer con estos minutos que tengo libre. Aunque tengo muy claro lo que no quiero hacer pensar en Harry, ni es nuestra relación, aún no estoy preparada.
Juego un poco con el ratón del ordenador, sin saber realmente qué estoy haciendo, pero sin querer se abre una pestaña, la del correo.
Me rasco la nuca pensativa, ¿y si...?
Bueno, sí, voy a echarles una últimas ojeada a los correos de Harry. Por lo menos así lograré distraerme un rato.
Harry.
Mensaje de texto.
18/12/12 21:45
"Realmente lo siento, Maggie. No sé cuantas veces tendré que pedirte perdón, pero no me cansaré hasta que lo solucionemos."
Harry.
Mensaje de texto.
19/12/12 08:01
"Buenos días, Maggie. ¿Estás más tranquila? Cuando tengas tiempo llámame."
Harry.
Mensaje de texto.
19/12/12 14:03
"¿Podemos quedar? Me encantaría explicarte por qué pasó todo aquello."
Harry.
Mensaje de texto.
20/12/12 09:32
"Maggie hace dos días que no sé absolutamente nada de ti. Estoy preocupado."
"¿Ahora estás preocupado?" refunfuño. Ya podría preocuparse menos por mí y más por lo que hace cuando bebe más de la cuenta.
Da igual. Dejo de pensar en ello y sigo leyendo.
Harry.
Mensaje de texto.
20/12/12 17:08
"Jake me ha dicho que estás bien. Eso realmente me reconforta. Cuando estés preparada quedamos, sé que necesitas tiempo, Maggie, pero yo te necesito a ti."
Harry.
Mensaje de texto.
21/12/12 22:43
"Me siento incompleto sino te tengo, Maggie. Necesito hablar contigo, abrazarte, besarte. Te necesito. ¿Qué cojones puedo hacer para recibir alguna respuesta tuya?"
Resoplo.
Por una parte me siento mal, no le he contestado a ninguno de sus mensajes, pero por otra no. Lo veo como una especie de lección. Aunque espero que todo esto se solucione pronto, de una manera u otra. Necesito una respuesta, sino tendré que comprarme ropa dos tallas más pequeña por todos los kilos que he perdido. Los nervios no me han dejado comer absolutamente nada.
Cuando estoy a punto de cerrar todas las pestañas entra un nuevo mensaje a mi correo.
Harry.
Mensaje de texto.
22/12/12 17:04
"Buenas tardes, señorita Stewart."
Muerdo mi labio inferior, y siento como si la boca se me secara. Harry por qué haces las cosas tan complicadas, por qué no mandas todo esto a la mierda y ya está. Sería mucho más fácil.
Muevo mis dedos nerviosa sobre la mesa. Sí, decidido voy a contestarle.
Maggie.
Mensaje de texto.
22/12/12 17:06
"Ese aire hostil es odioso, señor Styles. Así no va a recuperarme."
Harry.
Mensaje de texto.
22/12/12 17:07
"¿Tengo posibilidades aún de recuperarla? Ya pensaba que no me quedaban esperanzas de ningún modo."
Maggie.
Mensaje de texto.
22/12/12 17:10
"Es importante no perder nunca la esperanza, supongo. Llámame, tenemos que hablar."
Tecleo rápido, y nada más enviarlo, siento como si el corazón se me saliera por la boca. ¿Estoy preparada para hablar con él? ¿Conseguiré perdonarle? Dios.
Antes de que pueda hacerme más preguntas absurdas a mí misma suena el teléfono. Primer pitido, vacilo sobre cogerlo pero al final no lo hago. Segundo, me tiro de la coleta agobiada, sin saber que hacer, e inspiro. Tercero... Es ahora o nunca.
- Despacho de Maggie Stewart, ¿en qué le puedo ayudar? –––– murmuro intentando que no se note lo terriblemente nerviosa que estoy.
- Oh... Pues me encantaría que mi novia no pasara de mí como ha echo estos últimos cuatro días.
- Lo increíble de todo esto es que nos sigas viendo como a una pareja.
- ¿Acaso no lo somos, Maggie?
- No... No lo sé.
Durante unos segundos ambos nos quedamos en silencio.
- Maggie mereces una explicación, y yo merezco al menos poder explicarme.
- ¿Poder explicar el qué Harry? ¿El haberme fallado? ¿El haber perdido del todo mi confianza? Porque de verdad que aún sigas excusándote con que hay un motivo por el cúal hiciste lo que hiciste me está matando por dentro. No hay motivos y si los hay no me importan, son totalmente irrelevantes, por lo menos para mí.
- Pero Maggie...
- No, Harry no –––– murmuro decidida –––– No tienes ni idea de lo mal que lo he podido pasar estos días. Ha sido un auténtico suplicio, y todavía me dices que tienes una explicación. ¡Por el amor de Dios Harry, madura un poco! Asume las consecuencias de tus actos. Asume que la has cagado y que, aunque no fuera intencionadamente me has echo daño joder –––– dejo de hablar durante unos segundos y respiro profundamente. Ahora mismo soy un manojo de nervios andante y no quiero que me de ninguna crisis de ansiedad, aquí no. –––– Sé que te prometí que no te iba a dejar cagarla de ninguna manera, pero ni se me pasaba por la cabeza que fueras a hacer algo así, Harry. Estos días han sido infernales, hace años que no me siento así de mal. Así de humillada e insegura. Pensé que contigo todo iba a ser diferente.
- Y lo es Maggie. Vale, la he cagado pero estoy intentado solucionarlo, porque creo en nosotros. Porque aún sabiendo que soy el tío más cabrón, gilipollas, imbécil y sinvergüenza del puto universo te quiero. Y eso no lo va a poder cambiar ningún estúpido error. Te quiero, Maggie. Te quiero de una manera inimaginable, y saber que no podré amanercer más a tu lado me está destrozando el alma. Estoy vacío sin ti.
Para de hablar. Y las lágrimas resbalan por mis mejillas de nuevo, como la última vez que hablamos. Si me quiere, ¿por qué hace que todo sea tan difícil? ¿Las relaciones no se suponen que son como los cuentos de hadas? Porque ahora mismo no me siento precisamente como una princesa.
- Harry...
- Puede que no me creas, y lo entendería perfectamente. Pero por favor, dame una oportunidad. Deja que te demuestre que vale la pena seguir intentándolo. Oh, Maggie, por Dios, no sé ni cómo explicarte lo completa y profundamente enamorado que estoy de ti, desde que te vi entrando por la puerta de nuestro bar, con ese vestido negro entallado y ese olor a vainilla que desprendías al caminar. Fue amor a primera vista, y aunque no tú sientas lo mismo, aunque no puedas hacerlo te suplico que al menos contemples la posibilidad de volver a vernos y ver lo que pasa.
- Harry tengo que colgar ya.
- Pero Maggie...
- No, por favor. No. Basta.
- ¿Basta? ¿En serio? ¡Ni que hubiera matado a alguien, Maggie!
- Este no es el momento, ni el lugar para hablarlo, ¡y menos por teléfono!
- ¿Y cuándo se supone que será ese momento? Porque, Maggie, yo te necesito.
Humedezco mis labios, y limpio el rastro de lágrimas que he dejado por mis mejillas. Sin querer emito un pequeño sollozo, e intento contenerme para que Harry no se preocupe, pero me es imposible.
- Maggie no me digas que estás llorando porque cojo mi coche y voy a buscarte. No puedo permitir que estés así por mi culpa. Joder, Maggie, soy una persona horrible.
- No, de verdad. No te preocupes.
- Ojalá pudiera estar ahí contigo. Todas esas lágrimas se convertirían en besos, te lo prometo.
Suspiro e intento tranquilizarme.
- Honestamente, señor Styles. No creo en sus promesas –––– murmuro con una pequeña sonrisa.
- No se preocupe señorita Maggie, me ganaré a pulso que crea en mí y en toda mis futuras promesas.
- No me gusta que discutamos, Harry. Siento una sensación en mi estómago realmente horrible.
- Solo espero que la reconciliación sea tan bestial como la disputa –––– dice con un tono perturbador. Oh Harry, nunca cambiarás –––– ¿Te veré después en el cumpleaños de Jake?
Mierda. Ni siquiera me había acordado del cumpleaños.
- Harry no estoy de ánimos, sería mejor que...
- Por favor. Por favor, hazlo por mí. Lo consideraré como mi regalo de Navidad anticipado.
Tomo unos segundos para pensarlo con detenimiento, pero sin darme cuenta las palabras salen de mi boca.
- Nos veremos después.
- Te quiero, Maggie.
- Adiós, Harry.
Cuelgo y suspiro. Después de todo no ha estado tan mal hablar, aunque las cosas sigan casi igual de tensas.
- Briggit, ¡ayúdame! –––– grito mientras me siento sobre la maleta.
Parece que no quiere contestarme.
- ¡Briggit!
Resoplo y termino de cerrar la maleta, sin su ayuda, por supuesto. Salgo del cuarto y voy en su busca, desde que se entero de la conversación que tuve con Harry no me ha dirijido la palabra.
- Briggit, por favor no te enfades –––– murmuro.
- Maggie te va a hacer daño, vas a sufrir y después vendrás llorando otra vez –––– dice sin nisiquiera mirarme a la cara.
- Odio que compares todas mis relaciones con la que tuve con Zayn.
- ¿Qué relaciones, Maggie? Pero, de verdad, ¿tú te estás escuchando? Hace meses que no sabes lo que es estar en pareja, y viene este gilipollas vendiéndote un amor que no es real y tú vas y te lo crees. Él es como todos, no existen las excepciones. Pero allá tú, es tu vida.
- No lo conoces, ¿cómo sabes que no puede ser la excepción que rompe la regla?
- ¿Acaso no es obvio? Lleváis menos de dos semanas y ya se ha liado con otra –––– dice y se acerca a mí –––– Maggie, sé que es meter el dedo en la yaga, pero mi obligación como amiga es prevenir este tipo de situaciones, y más si se las vienen venir. Ojalá me equivocara, de verdad, pero por ahora sería mejor que dejaras las cosas como están.
- ¿Si te hago caso me darás un abrazo y dejarás de odiarme? –––– susurro y hago morritos.
- A lo mejor.
Briggit sonríe y yo también lo hago. Me acerco hasta ella y la abrazo. Es la mejor amiga que he tenido en toda mi vida, sin duda, la que más me ha ayudado.
- Maggie, prométeme que no pasará nada entre vosotros este fin de semana.
- Sí, señor –––– murmuro y pongo mi mano sobre la frente, como si fuera un militar.
- Ahora en serio.
- Te lo prometo.
Briggit alza su dedo meñique, yo también lo hago y los entrelazamos en señal de promesa irrompible, por ahora...
Después de casi media hora de trayecto, por fin he llegado. Este fin de semana será... Interesante. Tener a mi ex y a mi... No sé lo que es Harry ahora mismo, pero tenerlos juntos en una misma casa no me trae buenas vibraciones.
Me bajo del coche y cojo mis maletas. Pesan una barbaridad, y pensándolo con más detenimiento creo que he traído demasiado equipaje para tan pocos días. Soy incorregible, de verdad.
Alzo mi vista y de pronto lo veo. Está arrebatadamente guapo. Sus ojos se clavan en los míos, y de pronto siento como si fuera empequeñeciendo a medida que me acerco a él.
- No sabes cuánto tiempo llevo aquí esperándote, repasando mentalmente cada palabra que te iba a decir, y llegas y me quedo en blanco. Me siento estúpido.
- Un simple buenas noches hubiese estado bien –––– susurro con timidez. Creo que incluso me he sonrojado.
- Buenas noches, pececillo.
Sonrío.
Harry se acerca a mí con intenciones de besarme y yo, cumpliendo con lo que me ha dicho Briggit, extiendo la mano. La estrecho con la suya, y agacho mi mirada.
- ¿De verdad nos vamos a saludar así después de estar cuatro días sin vernos?
- Le he prometido a Briggit que no pasaría nada entre nosotros al menos este fin de semana.
- ¿Nada... De nada?
Niego con la cabeza. Él sonríe pícaro, alarga su mano y la pasa por alrededor de mi cintura. Yo sonrío y sigo negando con la cabeza.
Sus labios están a centímetros de los míos. Es tan tentador, pero no puedo. No.
Harry humedece sus labios. Es realmente perturbador.
- No me lo haga más difícil, señor Styles. Por favor.
Harry posa su nariz sobre la mía. Y yo cierro mis ojos.
Sus manos recorren mi espalda y terminan posándose sobre mi trasero. Oh, Harry cuándo cambiarás.
- Eres tú la que tiene que poner los límites, yo no le he echo ninguna promesa a nadie –––– susurra en mi oído.
Luego pasa su cabeza sobre mi pelo. Lo huele, sonríe y lo besa.
- Harry juegas sucio y por una vez me gustaría jugar bajo mis normas. Así que te ordeno que pares de inmediato –––– murmuro. Abro los ojos y lo miro fijamente.
La descarada mirada de Harry contempla con sumo deseo mi cuerpo. Presiento que no podré aguantar mucho así.
- Deja que te ayude con tu maleta.
- Oh, gracias. Muy caballeroso por su parte.
Harry carga mis maletas con unas de sus manos y abre su brazo, esperando a que entrelace el mío con el suyo. Le miro pensativa, no sé que hacer. Finalmente sucumbo, esto no influye en la promesa, o eso quiero pensar yo.
- Hola, Jake –––– murmuro cuando por fin entramos en la enorme cabaña.
- ¿Estáis... Juntos... De nuevo? –––– pregunta aturdido, acercándose a nosotros.
Jake y Harry se saludan con un gesto de manos algo raro. Yo me dedico a sonreír y a sonrojarme. Me gustaría que no se creara ninguna situación extraña.
- De ninguna manera, solo estoy siendo servicial.
- Ya entiendo... Entonces no te importará enseñarle la casa, estoy agotado.
- Si a ella no le importa...
Harry me mira y yo asiento con mi rostro. Solo será un pequeño paseo, solo eso.
- Vamos allá.
- Ah, por cierto, feliz cumpleaños de nuevo Jake.
Alza la mano en señal de agradecimiento y sigue hablando con una de las chicas de la sala. Como le gusta ligar a este hombre.
- Bien, eso es la cocina –––– señala a la sala del fondo –––– Aquello el baño, y a diez metros tienes otro por si acaso esté ocupado. Aunque realmente todo esto es irrelevante. Espero poder pasar el tiempo contigo en otras habitaciones... Ya me entiendes.
Sonrío ante su comentario. Es incorregible.
Miro hacia todos lados. Estoy realmente impresionada, nunca en mi vida había visto una cabaña tan grande.
- Si subimos las escaleras encontraremos las habitaciones, la cosa se va poniendo interesante. Vamos, te acompañaré a la tuya.
Asiento y me sumerjo en mis pensamientos. Todavía no sé que pensar de nuestra relación, hay tanto de que hablar y me aterra tanto hacerlo.
Entramos en el cuarto, es grande y espacioso. Hay un sillón, un tocador, un baño y una cama de matrimonio.
Sin darme cuenta mis ojos vuelven a posarse en los de Harry. Me contempla deseoso. No creo que pueda aguantar todo el fin de semana sin ni siquiera besarle...
Harry sonríe, y se marcan esos sensuales hoyuelos tan propios suyos. Es Adonis personificado, es mi Adonis.
Me acerco a él, sin ninguna mala intención o si. No lo sé.
- Maggie, si te sigues acercando así no podré resistirme.
Me aproximo más a él. Rodeo su cintura con mis brazos. Y siento su respiración sobre mi cuerpo. Su corazón va a mil por hora, sigo provocando que su corazón se acelere y eso me encanta.
Humedezco mis labios, y él se muerde su comisura inferior.
- A la mierda con todo –––– murmuro y lo beso.
Mi lengua acaricia lentamente la suya, y se unen formando una sola. Sabe tan bien... Sabe tanto Harry. Ya casi no me acordaba de sus besos.
Separo mis labios de los suyos y él jadea. Sonrío y vuelvo a besarlo. Harry pasa sus manos sobre mi espalda, me agarra con fuerza y me empuja contra la pared de la habitación.
- Maggie tengo algo que contarte.
Mis ojos se abren como platos. Oh, no. Otra vez no.
Oh dios mío. Cada vez se pone más interesante y el deseo que siente ambos me está matando. Me encanta como escribes, neni :') <3
ResponderEliminarJodeer :'3 me encanta!((:
ResponderEliminarSiguiente<3
Pero como lo dejas as?!?! Qe es lo qe le va a decir?? Aii dios
ResponderEliminarMe ecanta el capitulo y como escribes!!
Oh dios mio espero que no sea nada malo lo que tiene que contarle Harry!! Me encanta:D Siguiente :))))
ResponderEliminar¿Pero qué ha liado ahora? ¿Qué le va a contar? Joder... Tengo miediiii.
ResponderEliminar@perhapsinlove1D
Me frustra tanto que se deseen de esa manera pero aún así todo esté en suspense. Es que nunca sabes qué va a pasar y siempre da todo un giro como muy kjdbaisja y me encanta, en serio, me puto encanta. Siguiente cielo <33 @itsalbamrqz :)
ResponderEliminar¿Pero como lo dejas ahí? Madre mia lo que le tenga que contar que no la cage. Siguiente ya!
ResponderEliminarEntiebndo a Maggie perfectamente. Yo tampoco podria pasar de un tio como Harry, me seria imposible. Necesito siguiente, saber como sigue esta hisotria asdfghjklñ.
ResponderEliminarNeeeeeext :3 @smileformejeybi
PUTA VIDA TETE. OMG QUE CAPITULO MÁS SDFGDFGHJKSDFGHJ ME EXPLICO? NENIII ESCRIBES GENIAL, Y POR DIOS! QUE ESTEN JUNTOS YA, NO AGUANTO QUE MAGGIE Y HARRY ESTEN TAN MAL :(
ResponderEliminarQue puto sexy que es Harry grrrrr
@Be_mine50
NO NO NO PERO NO LO DEJES ASI POR DIOS ¿QUE ES LO QUE LE TIENE QUE DECIR AHORA? ASDFGHJKLÑ PERO QUE ESTEN JUNTOS YAAAAAAAAAAAA,ME ENCANTA EL CAPITULO ES PERFECTO *.* SIGUIENTEEE! @JAQUESA1D
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsto es demasiado PERFECTO,adoro este capítulo y la novela en general pero no nos puedes dejar así,jo,siempre buscas la manera de dejarnos con un tremendo misterio y eso me encanta <3
ResponderEliminar@Criislove_12
Esto es cada vez más perfecto asdfghjkl ¿por qué escribes tan sumamente bien? Dios lo adoroo <3
ResponderEliminar